La era de la estupefacción- El consumo de sal

por Andrea Fuente Vidal

La verdad es que no doy crédito. Se supone que vivimos en la era de los avances científicos, de los tratamientos basados en la evidencia, la era de la información. Los científicos están descifrando el genoma humano, son capaces de replicar seres vivos, regenerar tejidos, e interferir químicamente con miles de procesos biológicos. Y sin embargo, muchas de las recomendaciones sanitarias obtienen, por parte de ciertos colectivos, sólidas oposiciones supuestamente igual de fundamentadas. Yo diría que vivo en la Era de mi Estupefacción ¿Cómo separar el polvo de la paja? ¿Podemos fiarnos de las recomendaciones provenientes de los grandes organismos o estarán por el contrario gravemente influenciadas por temas económicos e intereses comerciales?

Me parece justo comenzar una serie de artículos de opinión, en los que expresar mi desconcierto y, con toda seguridad, el de muchas otras personas. En esta entrega: EL CONSUMO DE SAL.

Nota previa: A la hora de leer el artículo, es importante tener presente que el contenido es reflejo de mis dudas personales, en calidad de consumidora general, y no fruto de un análisis profesional o experto.

¿Por qué escribo esto?

Llevo unos meses reflexionando sobre mi modo de alimentación. Es un tema recurrente en mi vida. No me cabe duda de que, en gran parte, somos lo que comemos, y que lo que comemos facilita o entorpece la función de nuestro organismo por mantenerse sosteniblemente sano. Tengo una de esas noches de insomnio (poco habituales, por suerte), y navegando por internet he visto una recomendación de la OMS para reducir el consumo de sal. Sé que no es el tema de moda, y que más bien llevamos años con ello a nuestras espaldas pero, fíjate, porque sí hay novedades.

¿Cuál es la recomendación “oficial”?

sal cucharitaLas últimas indicaciones de la OMS alientan a la población de los países desarrollados a disminuir el consumo de sal, a la vez que se aumenta el consumo de potasio. Y, concretamente, se establece que el límite de ingesta máximo saludable para un adulto es de 5 gramos de sal (2 gramos (2.000 mg) de sodio) al día. Y el límite mínimo diario de potasio lo sitúan en más de 3,5 g/día (muchas fuentes marcan la recomendación en 4,7 g/día). Poniéndolo en un lenguaje más comprensible, los 2g de sodio recomendados es lo que contiene 1 cucharadita de sal de mesa (conforme a los hábitos alimenticios de la población española en general, y debido a la cantidad de alimentos procesados que ingerimos, superaríamos el límite recomendado AUNQUE no añadiéramos ni una pizca de sal a los alimentos que preparamos en casa).

Por si quieres descifrar las etiquetas nutricionales de los productos que compras:

Cantidad de sodio (g) x 2,5 = Cantidad de sal (g)

¿Por qué se recomienda tomar menos sal y más potasio?

El motivo principal para recomendar una reducción en la ingesta de sal y un aumento de la ingesta de potasio es controlar la hipertensión arterial. Según una web consultada, y que puedes consultar directamente aquí, “… el exceso de sal… incrementa la presión arterial causando aproximadamente el 30% de hipertensión, representa un posible carcinógeno para el cáncer gástrico y está asociada con la insuficiencia renal y la osteoporosis”. “La presión arterial alta contribuye en al menos el 40% de todas las enfermedades del corazón y accidentes cerebro vasculares….”.

Esto probablemente lo sabías, pero quizá no tengas tan clara la acción del potasio. Este último es el tercer mineral más significativo para el cuerpo humano, después del calcio y el fósforo. Si eres un profesional del mundo del ejercicio, seguro que has oído hablar del potasio como importante componente para la correcta contracción de los músculos. Pues hasta ahí estás en lo cierto (¿has caído en que el corazón está compuesto por músculo?) , pero en cuanto a lo que hoy nos atañe, parece que el potasio ayuda a mantener la presión normal en el interior de las células, porque regula el balance de agua y ayuda a la eliminación de los excesos de sal.

Alimentos adecuados paraaumentar la ingesta de potasio.

Alimentos a evitar paraconseguir reducir la ingesta diaria de sodio· Agua de coco· Zumos (zanahoria, naranja, ciruela, tomate)

· Vegetales verdes

· Patatas y boniatos con piel

· Yogur· Salsa de soja· Frutos secos procesados

· Todas las comidas procesadas

· Salsas

Y si todo está tan claro… ¿qué es lo que defienden los detractores de estas medidas?

sal tensiometro

Lo que se opina, generalmente, en los ámbitos en que se discrepa sobre las recomendaciones “oficiales” es que reducir el consumo de sodio no tiene un efecto duradero sobre la presión arterial, sino que sólo provoca un efecto inmediato y transitorio. (Atención que hablamos de personas en correcto estado de salud, sin deficiencias renales ni hipersensibilidad al sodio). Se insiste en que la hipertensión viene normalmente provocada por otros motivos, y que pretender combatirla regulando la ingesta de sal es como combatir un oso con un palo de goma. Mencionan estudios científicos en los que la reducción de sal disminuyó la tensión arterial en el 30% de los sujetos evaluados, pero la aumentó en otro 20% (y yo deduzco que al otro 50% no les produjo efecto), y que además, la bajada es insignificante en cualquier caso (3-4 mm hg).

 

Argumentan también que, en uno de los entornos donde la tensión arterial se monitoriza de cerca –los hospitales-, los pacientes reciben sueros salinos que pueden aportarles 27 g al día, más lo que ingieran comiendo, y la tensión no se les dispara.

En cuanto al sistema natural con el que cuenta el cuerpo humano para regular las descompensaciones de sodio (sistema Renina-Angiotensina-Aldosterona), los detractores de una baja ingesta de sodio argumentan que sobredepender de este sistema activo de auto-regulación causa un desgaste de las paredes epiteliales de los vasos sanguíneos, disminuye su flexibilidad y expone a la persona a un mayor riesgo cardiovascular. Y más allá de eso, según ellos ingerir poca sal puede tener otra serie de efectos indeseados, como un mayor riesgo de resistencia a la insulina (diabetes) y aumento del colesterol LDL (riesgo cardíaco).

¿Parecen los anteriores motivos suficientes para tener dudas acerca de los que nos recomiendan?

¿Estamos dando palos de ciego hacia el cuidado de nuestra salud?

sal interrogacion

Si te interesa el tema, quizá te gusten los siguientes enlaces:

Recomendaciones de la OMS acerca del consumo de sal. Documento completo

http://www.who.int/nutrition/publications/guidelines/sodium_intake_printversion.pdf

Instituto de la Sal

http://www.saltinstitute.org/

La sal en el mundo

http://www.westonaprice.org/vitamins-and-minerals/the-salt-of-the-earth

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