Sin Mi Voz No Soy Nada, parte II

El poder de la palabra en el cuerpo

por Lucía Muñoz Mesado

Totalmente restablecida de mi afonía navideña, me alegra compartir con los lectores de FuentePilates que mis clases de canto van viento en popa, y que como ya intuía cuando empecé con estos artículos, me están trayendo grandes regalos y aprendizajes. Uno de ellos, es poder diseccionar la Voz en profundidad y confirmar algo, que hace años llevo experimentando en mis clases de Pilates y Yoga.  La palabra es el alma y la profundidad de nuestra voz. Casi podríamos decir, que la voz es el cuerpo y la palabra el espíritu o el alma de nuestra expresión oral y comunicativa con los demás y con nosotr@s mism@s.

Si no leíste la primera parte del artículo sobre la voz, quizá te interese hacerlo ahora por que establece las bases de lo que continúa.

 

Para reflexionar un poco sobre toda esta profundidad de campo, no se me ocurre mejor aliada que Ana Ortiz Galindo, profesional de la voz, la palabra y la comunicación en toda su amplitud: cuerpo, mente y corazón. Su proyecto Comunica Bio, el cual sigo y del que me considero fan desde hace tiempo, me animó a compartir con ella estas inquietudes.

Cuando hablo con Ana, le confieso que estoy emocionada. Es como de pronto ver que tu principal herramienta de trabajo para trasmitir todo lo que sientes y sabes en tus clases, se amplia y crece a cada paso que investigo y desarrollo. Hace años comencé a cambiar expresiones y palabras que había aprendido como un robot en mi formación pero que sentía que podía mejorar. También exploré, y lo sigo haciendo, cómo reaccionan los cuerpos y las personas dependiendo de estos cambios. Y de pronto tu clase se convierte en un precioso organismo vivo que va cambiando y fluyendo de manera orgánica, con cada nuevo ejercicio, nueva técnica pero también con cada nueva palabra o forma de utilizarlas. Os comparto pues, lo que tan generosamente nos ha enviado Ana Comunica Bio para todos los profesionales que trabajamos con el cuerpo. No os perdáis ni media palabra, todas son un tesoro.

 

“TOMO LA VOZ Y LA PALABRA: Reflexiones para una profe de pilates

Tomo la voz y palabra siempre. Tomo la voz y la palabra en mi proceso conversacional antes de salir “al otro”. Tomo la voz y la palabra gracias a ese espacio inmaterial, vacío y lleno al mismo tiempo, al cual llaman silencio.

Elijo las palabras del poeta Pedro Salinas como título a un proceso comunicativo destinado a personas que entienden la conciencia corporal como un “modus vivendi”, como una tabla de salvación ante cualquier reto vital. Y es que…queridos seres perfectos…nuestro cuerpo, es nuestro más fiel aliado.

Elijo, asimismo, escribir estas palabras, porque cada día pongo mi voz al servicio del mundo, porque considero las palabras como comandos energéticos capaces de generar realidades tangibles, y porque mi pasión es comunicar Bio. Mi nombre es Ana Ortiz Galindo, soy Filóloga y Terapeuta del lenguaje. En una meditación me vino el nombre de Comunica Bio, así se llama mi proyecto vital.

Diariamente, ofrezco en Comunica Bio, herramientas para desarrollar Habilidades Comunicativas, esta actividad la combino con clases de Lengua Castellana y Literatura. Aparentemente, se podría decir que mi actividad se basa en el uso de la palabra, es cierto, pero al terminar una sesión de Comunica Bio, los participantes quedan sorprendidos ante la cantidad y variedad de movimientos que han experimentado, ante el uso que han hecho de sus cuerpos. De igual forma, considero que ha de actuar un profesor de pilates, yoga, baile, taichí, o cualquier otra disciplina física, aunque de manera inversa, es decir, partir del cuerpo como referente principal, sin obviar las Habilidades Comunicativas adecuadas para que los alumnos saquen el máximo partido a las técnicas físicas.

SILENCIO

Cuando hablo de “silencio”, no hablo de quedarse callado por completo, sino de observar tu voz interior como guía, observar la calidad del ya citado proceso conversacional interno, ya que, este será la base del discurso externo hacia los interlocutores. Recomiendo una toma de conciencia plena antes de empezar la clase, aquí nos daremos cuenta que realmente “voz, palabras y silencio”, forman un todo imposible de separar, al igual que van unidas la sal y el oxígeno al agua del mar. Será cuestión de hacer una combinación perfecta.

En ese inicio de clase, usa el silencio para llenar el espacio de todos los recursos que te carguen de poder, hazlo antes de que lleguen los alumnos, llega con tiempo para hacerte tu propia ducha emocional. No empieces de golpe a dar la clase, prepara el ambiente, aprovechando el silencio y así llenar ese espacio de los recursos emocionales adecuados para una clase excelente. Imagina palabras como “confianza”, “amor”, “alegría”, “unión”…ubicándose por la sala.

Cuando entren los alumnos, míralos uno a uno, con conciencia, piensa cómo les habrá ido el día, hazlo brevemente pero con intensidad. Llámalos por sus nombres individualmente, y después deja que pasen unos dos segundos de silencio hasta ir al próximo alumno; mira sus ojos, con una mirada profunda, como si llegaras con tus ojos al centro de su corazón. Esto mismo puedes realizarlo en diversos momentos de la sesión.

Si el guía está en su “centro”, este servirá de modelo, ayudando a que el alumnado adquiera el mismo hábito. Bajo mi punto de vista, maestro no sólo es el que enseña, sino el que vive acorde con lo que predica, de lo contrario, será un buen instructor.

LAS PALABRAS

Haciendo alusión al creador de Los cuatro acuerdos, hemos de ser excelentes en nuestro lenguaje, y no tomar nada como algo personal. Usa la excelencia en tus palabras, busca a propósito aquellas palabras que generen espacios de armonía.

Si has explicado algo, y percibes que no queda muy claro, evita expresiones del tipo “¿lo pillas? ¿lo entiendes? ¿lo habéis cogido?”.

En su lugar, suele dar buen resultado una actitud empática, que haga referencia a la dificultad de los movimientos. Hagamos alusión a nuestros inicios como practicantes, comentando anécdotas personales que recuerden cómo nosotros también pasamos por la misma situación de incertidumbre en el proceso de aprendizaje.

Cultiva tu paciencia. Usa palabras como “Excelente, perfecto, eso es, magnífico, brillante…cada vez mejor y mejor… eres arte en movimiento”.

Observa a tus alumnos, a veces, meternos demasiado en nosotros mismos, puede hacer que la atención disminuya, surjan desánimos o frustraciones.

Los guías estamos al servicio de los presentes, nuestra misión es que la clase forme parte un proceso sistémico.

No des por hecho “nada”, es decir, explica las tablas o técnicas como si fuera la primera vez, ya que realmente, sí es la primera vez que las explicas en esos momentos, pues el momento presente… es el único real. Ello evitará, repito, posibles frustraciones en caso de no conseguir la habilidad física del guía.

Evitemos comparaciones, incluso hacia tu propio rol. Cada alumno aporta, suma y ofrece posibilidades de crecimiento, evita igualmente considerar algunas opiniones como agresiones o juicios. Bajo mi punto de vista, todo está bien como es, y cada persona tiene su proceso evolutivo.

Recomiendo hacer traducciones de términos técnicos, es decir, si la consigna es “dar tono”, inmediatamente explica que “hay que meter la barriga” .

También puedes pronunciar alguna palabra en sánscrito, el mero hecho de pronunciar esta lengua, y escucharla, tranquiliza el sistema nervioso.

LA VOZ

Desde Comunica Bio, la regla básica en el uso de la voz, es proyectarla de manera que todos te oigan con claridad. Por favor, habla claro y fuerte, asegúrate de que todos te siguen, sobre todo en la fase de relajación o meditación. Una excelente meditación, puede no ser aprovechada si el tono de voz es demasiado bajo. Recuerda que estamos al “servicio de”.

 

Haz juegos con tu voz, destaca las consonantes con la “x” o “s” en las relajaciones; modula tu voz, es tu gran “as”, usa diversos tonos, más agudos o graves, más rápidos o lentos, según donde quieras hacer énfasis o destacar un concepto importante. Aunque la respiración es muy usada en las prácticas, a veces las olvidamos en nuestro discurso, es por ello que hemos de hidratar, y evitar respirar por la boca en las explicaciones.

En conclusión, el cuerpo es nuestro aliado, sí, pero la voz, la palabra y los silencios estratégicos potenciarán tu valía y tu pasión. Mereces ofrecer al mundo las mejores clases, usa tus tesoros naturales para que otros los disfruten y los compartan, contribuyendo así a tu trascendencia vital.

Atentamente,

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Comunica Bio

 

 

Infinita gratitud Ana, mucho que reflexionar e integrar de tu compartir y tu profesionalidad en este arte de hablar y comunicarte correctamente, en nuestra pasión que es trasmitir esta metodología , y también en la vida misma.

 

¿Guardas silencios activos en clase? ¿Cultivas silencios que traigan quietud y centro al inicio de la misma? ¿Qué palabras utilizas  y qué resultado ves en la clase? ¿Qué expresiones o palabras crees que podrían cambiar o mejorar el ambiente y la calidad de tus clases?… Grandes preguntas que me están haciendo crecer en mi trabajo y en mi práctica y confirmar que sin mi voz no soy nada y que realmente, LAS PALABRAS NO SE LAS LLEVA EL VIENTO. 😉


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