Variedad en la clase de pilates

por Andrea Fuente Vidal

Propuestas ágiles para innovar en una sesión de Pilates

En la Argentina la técnica de Pilates lleva más de 10 años, y ha sido introducida en el país por una marca o por instructores capacitados en el exterior.

Desde esa época, así como hay centros de Pilates también existen alumnos que tienen más de 10 años practicando esta técnica, y muchos más que ya hace 5 años que practican Pilates, y otros tantos que se fueron sumando después.

A medida que pasa el tiempo, como en todas las actividades físicas, se necesita innovar para beneficio de los alumnos y de los profesores.

Contrology, como denominó al método Pilates su creador, posee más de 500 ejercicios, si mencionamos sólo a los que corresponden al Reformer, aunque se suelen utilizar siempre los mismos, a veces por una cuestión de falta de conocimiento, y otras veces por la posibilidad que me brindan mis alumnos.

Lo que propondremos en esta nota será realizar pequeños cambios para que la clase de Pilates sea dinámica, divertida y para que además brinde todos los beneficios de este maravilloso método.

La entrada en calor: es muy importante ya que predispone a la persona, tanto física como mentalmente para la actividad.

Este segmento de la clase suele durar entre 10 y 15 minutos. Les propongo comenzarla con ejercicios fáciles de explicar y sencillos de ejecutar, que involucren, por supuesto, a un gran músculo o a varios grupos musculares.

¿Qué es lo ideal? Comenzar la clase siempre de manera diferente: no es necesario comenzar siempre con el footwork como se hace generalmente.

El desarrollo: es la parte central de la sesión de Pilates. En él estarán plasmados los objetivos a trabajar.

Podemos innovar con materiales como small balls, pelotas suizas, bandas, etcétera, realizando los ejercicios que los alumnos conocen pero ofreciendo una posibilidad distinta.

Otra opción interesante seria trabajar en circuito aunque sólo tengamos camas de Pilates. Cada Reformer será acondicionado de una forma distinta al otro de manera que cada “estación” me ofrezca distintas posibilidades de ejercicios. Por ejemplo: tabla de salto o box.

El segmento final: será dividido en 2 partes. En la primera de ellas realizaremos ejercicios de flexibilidad, entendiendo por flexibilidad a la amplitud articular más la elongación muscular. Y, en la segunda, haremos ejercicios o posturas de relajación.

Para la flexibilidad les recomiendo trabajar con ejercicios en los que el Reformer esté involucrado asistiendo y acompañando. Y que los movimientos sean suaves pero a conciencia, ya que la flexibilidad es lo primero que perdemos al dejar de hacer actividad física y, generalmente en otras disciplinas, no se le da la importancia suficiente.

 Los últimos minutos de la clase serán de relajación para volver al nivel basal de actividad cardiaca y para permitirme disfrutar de un momento de tranquilidad.

Estos ejercicios serán realizados, generalmente, adoptando una posición cómoda sobre la cama, una colchoneta o sobre la pelota suiza, tratando de lograr la relajación total, ya sea con masajes, maniobras o por inducción verbal o musical.

Es bueno saber que un buen profesor de Pilates está siempre en la búsqueda de lo nuevo, para generar sesiones más dinámicas, más innovadoras, pero respetando siempre los principios del método creado por Joseph Pilates.

Autora: Lic. M Julia Guastoni

Licenciada en Actividad Física y Deportes (USAL) Buenos Aires. Prof. Universitaria en Actividad Física y Deportes (USAL) de Buenos Aires. Entrenadora Nacional de Pesas.

Pilates Method Instructor. Core New York. Directora de Equilibrium Pilates.

 

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